martes, 4 de diciembre de 2012

Capítulo 12 -SU MUERTE-



CRIS:
Llegamos a la cueva y metimos mas leña en el fuego que estaba casi apagado. Lorena está tumbada y tenía el brazo y la pierna cubierta de sangre. Saco mis vendas y se las pongo a ella.
Sombra y Jackie nos traen tres conejos.
-¡Bien! Tenemos comida –dice Sandra con su fina y graciosa voz.
Me levanto y pongo los conejos un el fuego.
Paula esta con Oscar y se la ve un poco traumatizada. Veo como Oscar le mira las muñecas y los tobillos.
Saco los conejos del fuego y grito:
-La cena esta servida.
Todos se levantan y hacemos un círculo al rededor del gran fuego. Comemos con ansias, cada conejo se acabó en diez minutos.
Después de la comida Paula estaba un poco más animada. Todos pegamos un gran salto al escuchar el himno. Nos asomamos por la puerta de la cueva y esperamos a cualquier muerto. Sale la cara de Nestor y todos tristemente nos metimos bajo la cueva.
-¿Por qué estáis tristes? –pregunta Paula.
-Pues…pues… porque aunque Nestor se halla aliado con los profesionales sigue siendo un humano que no merecía experimentar la muerte. 

OSCAR:
Nos acostamos. Me acurruco a Cristina y siento su calor en mi cuerpo. Cojo sus frías manos y las tapo en las mías hasta quedarnos dormidos.

Despierto junto a Cristina que sigue dormida. Me levanto y me dirijo fuera de la cueva.
Observo el gran paisaje que tengo alrededor. Me fijo bien en un arbusto y observo que hay un ciervo. Es extraño ver a un ciervo solo, suelen ir en manada. Me meto en la cueva y le robo a Carlos una de sus lanzas, vuelvo a salir y voy de arbusto en arbusto asta acercarme mas a el. Lo observo con los ojos bien abiertos y lanzo. El ciervo empieza a correr y un montón de ciervos salen y empiezan a correr. Me meto de nuevo corriendo y saco dos lanzas. Sigo a los ciervos y me llevan a un claro de la montaña donde el césped lo cubre. Me acerco hacia el, saco la lanza, apunto y la tiro. Los demás ciervos salen corriendo y yo cojo al ciervo y lo llevo a la cueva donde me espera Lorena tirada en el suelo, y Sandra limpiando nuestro nuevo hogar. Meto el ciervo en la cueva y Sandra se acerca para despellejarlo. Veo sus habilidosas manos separando la piel de la carne. Una vez que tiene la piel me dice:
-¿Hay un río por aquí cerca?
-Emm… no, no lo se –la contesto.
Sandra sale y veo como se pierde entro los árboles. Me doy la vuelta y empiezo a cortar el ciervo. Esta rica carne nos proporcionara más energía y ganas de seguir con vida.

CRIS:

Me despierto y lo primero que veo es un gran ciervo y a Oscar cortándolo en pedazos y poniéndolo en el fuego. Me levanto y cojo uno de los trozos del fuego. Me lo como con las manos y Oscar me mira.
-Nunca te he visto comer con las manos –me dice
Le miro y desvío la mirada hacia la puerta por donde entra Sandra con la piel del ciervo totalmente limpia.
-¿Por lo que veo si que había un río no? –la pregunta Oscar.
-No, he ido al pequeño río que está a un kilómetro de aquí –le responde –buenos días Cristina.
Me acerco a Carlos y le doy un par de empujoncitos para que se despierte. Se levanta y mira el ciervo. Sale corriendo hacia el fuego y coge uno de los trocos cortados, se lo mete en la boca y mastica con ganas.
Me levanto y me siento junto al fuego para calentarme las manos.
Escuchamos unas voces, nos asomamos y Fer y Edu suben la montaña hacia la cueva. Despertamos a Paula y Lorena se levanta. Oscar mete los trozos de carne en una bolsa de cuero y nos preparamos para salir corriendo. Cuando están casi entrando Oscar sale corriendo y ellos dos se asustan echándose hacia tras y caerse cuesta abajo unos cuantos metros. Paula, Lorena, Carlos, y yo salimos corriendo tras el. Fer y Edu se levantan y empiezan a tirarnos cuchillos. Nos pierden cuando nosotros bajamos la montaña.

OSCAR:
Estamos en la plaza y no hay comida en la cornucopia, por esa razón los profesionales ya no están aquí, se abran separado para encontrar a algún tributo despistado.
Andamos entre las frías calles y encontramos gran casa. Nos metemos en ella y planeamos un plan.
-Tenemos que hacer un plan.-dice Sandra.
-¡Si! ¿Y cual? –la grito.
-Pues… podemos hacer que cada uno se mete en una casa diferente y enciende una de las estufas. Los profesionales se pensarán que estaremos en las casas y nosotros los atacaremos por sorpresa. Alomejor matamos a alguno. –dice Paula.
-Es un buen plan. –replica Cristina.
Entonces nos pusimos manos a la obra. Cada uno se metió en una casa.
Siento un miedo que no había sentido antes. Pienso en que profesional me va a tocar, que profesional va a venir a esta casa a ver quien está dentro.
La puerta chirría y me asomo entre los abrigos. Tiene el pelo largo y lleva un arco cargado con amenazadoras flechas que creo que me va a quitar la vida.

CRIS:
Enciendo la estufa y me escondo en una de las habitaciones del piso de arriba. Las camas están perfectamente hechas y los muñecos y muebles como si estuviesen nuevos. Abro la ventana y veo la cornucopia. Miro hacia las casas y la de Carlos ya tiene encendida la estufa.
Escucho la puerta, cierro la ventana y me pego a la pared. Los pasos suben las escaleras y me asomo por la rendija de la puerta. Observo un gran cuerpo. Cierra la puerta de la otra habitación y se acerca a la mía. Me preparo para saltar encima de el y clavarle varios cuchillos. La puerta se abre y me escondo tras ella. Edu pasa y mientras mira bajo la cama salgo con dos cuchillos en cada mano, pero el se levanta del suelo y me coge de los brazos tirándome a la cama. Me quita los cuchillos de las manos y los clava con fuerza en el colchón mientras le doy un cabezazo y cae el suelo mareado. Le cojo la espada y le apunto en el cuello. Levanto la espada y la dirijo contra el cuello de Edu, pero antes de llegar a su cuello, mi brazo se para y Edu me mira. Dejo caer la espada al suelo y salgo corriendo de la casa.

OSCAR:
¡Es Laura! Me asomo y me lanzo sobre ella para clavarla los cuchillos y las dagas. Su flecha me roza el pelo y por unos momentos me he visto tirado en el suelo con una flecha clavada en la cabeza. Me pongo encima de una manera en la que se queda inmóvil. Ella grita el nombre de Fénix. La tapo la boca y veo que tiene tres agujeros en la mano de la última vez que la vimos. Saco un cuchillo y se lo clavo en el  brazo. Fénix aparece por la puerta y se tira a por mi, me agacho y salgo corriendo.

CRIS:
Corro hacia la cornucopia donde me esperan Carlos y Paula.
-¿Dónde esta Oscar?
Carlos y Paula me miran.
-No lo se. –dicen a la vez.
Empiezo a dar vueltas alrededor de la cornucopia mordiéndome las uñas hasta que escucho los gritos de Oscar gritando mi nombre.
-¡Oscar, Oscar! –grito.
Oscar aparece con Sandra. Esperamos a Lorena pero no viene. Los profesionales bajan con las armas preparadas y nosotros nos escondemos detrás de la cornucopia.
Salimos y corremos hacia la casa donde debería estar Lorena. Abrimos la puerta y Lorena tiene la tripa, las piernas, y los brazos rajados por completo.
Nos sentamos a su alrededor y la calmamos. La sangre está esparcida por las paredes y hay un charco de sangre en el suelo. La limpiamos las heridas pero todos sabemos que ella no va a sobrevivir. Sus ojos se cierran y nosotros nos miramos dejándola tumbada en el sillón de la casa. Volvemos a la cueva y Oscar saca los filetes de ciervo. Nos sentamos frente al fuego y comemos despacio. Suena el himno sale la cara de Lorena. Paula furiosa grita:
-¡Pienso vengarme de quien la halla matado!

2 comentarios:

  1. ¿Y quién eeeeeeeeees?????
    Espero el siguiente capítulo, este se me ha hecho un poquillo corto :).
    ¡Un beso!

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    Respuestas
    1. Es que lo vine haciendo en el coche y... el próximo estará mejor!

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