CRIS:
Llegamos a la cueva y metimos mas
leña en el fuego que estaba casi apagado. Lorena está tumbada y tenía el brazo
y la pierna cubierta de sangre. Saco mis vendas y se las pongo a ella.
Sombra y Jackie nos traen tres
conejos.
-¡Bien! Tenemos comida –dice
Sandra con su fina y graciosa voz.
Me levanto y pongo los conejos un
el fuego.
Paula esta con Oscar y se la ve un
poco traumatizada. Veo como Oscar le mira las muñecas y los tobillos.
Saco los conejos del fuego y
grito:
-La cena esta servida.
Todos se levantan y hacemos un
círculo al rededor del gran fuego. Comemos con ansias, cada conejo se acabó en
diez minutos.
Después de la comida Paula estaba
un poco más animada. Todos pegamos un gran salto al escuchar el himno. Nos
asomamos por la puerta de la cueva y esperamos a cualquier muerto. Sale la cara
de Nestor y todos tristemente nos metimos bajo la cueva.
-¿Por qué estáis tristes?
–pregunta Paula.
-Pues…pues… porque aunque Nestor
se halla aliado con los profesionales sigue siendo un humano que no merecía
experimentar la muerte.
OSCAR:
Nos acostamos. Me acurruco a
Cristina y siento su calor en mi cuerpo. Cojo sus frías manos y las tapo en las
mías hasta quedarnos dormidos.
Despierto junto a Cristina que sigue dormida. Me levanto y me dirijo fuera de la cueva.
Observo el gran paisaje que tengo
alrededor. Me fijo bien en un arbusto y observo que hay un ciervo. Es extraño
ver a un ciervo solo, suelen ir en manada. Me meto en la cueva y le robo a
Carlos una de sus lanzas, vuelvo a salir y voy de arbusto en arbusto asta
acercarme mas a el. Lo observo con los ojos bien abiertos y lanzo. El ciervo
empieza a correr y un montón de ciervos salen y empiezan a correr. Me meto de
nuevo corriendo y saco dos lanzas. Sigo a los ciervos y me llevan a un claro de
la montaña donde el césped lo cubre. Me acerco hacia el, saco la lanza, apunto
y la tiro. Los demás ciervos salen corriendo y yo cojo al ciervo y lo llevo a
la cueva donde me espera Lorena tirada en el suelo, y Sandra limpiando nuestro
nuevo hogar. Meto el ciervo en la cueva y Sandra se acerca para despellejarlo.
Veo sus habilidosas manos separando la piel de la carne. Una vez que tiene la
piel me dice:
-¿Hay un río por aquí cerca?
-Emm… no, no lo se –la contesto.
Sandra sale y veo como se pierde
entro los árboles. Me doy la vuelta y empiezo a cortar el ciervo. Esta rica
carne nos proporcionara más energía y ganas de seguir con vida.
CRIS:
Me despierto y lo primero que veo
es un gran ciervo y a Oscar cortándolo en pedazos y poniéndolo en el fuego. Me
levanto y cojo uno de los trozos del fuego. Me lo como con las manos y Oscar me
mira.
-Nunca te he visto comer con las
manos –me dice
Le miro y desvío la mirada hacia
la puerta por donde entra Sandra con la piel del ciervo totalmente limpia.
-¿Por lo que veo si que había un
río no? –la pregunta Oscar.
-No, he ido al pequeño río que
está a un kilómetro de aquí –le responde –buenos días Cristina.
Me acerco a Carlos y le doy un par
de empujoncitos para que se despierte. Se levanta y mira el ciervo. Sale
corriendo hacia el fuego y coge uno de los trocos cortados, se lo mete en la
boca y mastica con ganas.
Me levanto y me siento junto al
fuego para calentarme las manos.
Escuchamos unas voces, nos
asomamos y Fer y Edu suben la montaña hacia la cueva. Despertamos a Paula y
Lorena se levanta. Oscar mete los trozos de carne en una bolsa de cuero y nos preparamos
para salir corriendo. Cuando están casi entrando Oscar sale corriendo y ellos
dos se asustan echándose hacia tras y caerse cuesta abajo unos cuantos metros. Paula,
Lorena, Carlos, y yo salimos corriendo tras el. Fer y Edu se levantan y
empiezan a tirarnos cuchillos. Nos pierden cuando nosotros bajamos la montaña.
OSCAR:
Estamos en la plaza y no hay
comida en la cornucopia, por esa razón los profesionales ya no están aquí, se
abran separado para encontrar a algún tributo despistado.
Andamos entre las frías calles y
encontramos gran casa. Nos metemos en ella y planeamos un plan.
-Tenemos que hacer un plan.-dice
Sandra.
-¡Si! ¿Y cual? –la grito.
-Pues… podemos hacer que cada uno
se mete en una casa diferente y enciende una de las estufas. Los profesionales
se pensarán que estaremos en las casas y nosotros los atacaremos por sorpresa.
Alomejor matamos a alguno. –dice Paula.
-Es un buen plan. –replica
Cristina.
Entonces nos pusimos manos a la
obra. Cada uno se metió en una casa.
Siento un miedo que no había
sentido antes. Pienso en que profesional me va a tocar, que profesional va a
venir a esta casa a ver quien está dentro.
La puerta chirría y me asomo entre
los abrigos. Tiene el pelo largo y lleva un arco cargado con amenazadoras
flechas que creo que me va a quitar la vida.
CRIS:
Enciendo la estufa y me escondo en
una de las habitaciones del piso de arriba. Las camas están perfectamente
hechas y los muñecos y muebles como si estuviesen nuevos. Abro la ventana y veo
la cornucopia. Miro hacia las casas y la de Carlos ya tiene encendida la
estufa.
Escucho la puerta, cierro la ventana
y me pego a la pared. Los pasos suben las escaleras y me asomo por la rendija
de la puerta. Observo un gran cuerpo. Cierra la puerta de la otra habitación y
se acerca a la mía. Me preparo para saltar encima de el y clavarle varios
cuchillos. La puerta se abre y me escondo tras ella. Edu pasa y mientras mira
bajo la cama salgo con dos cuchillos en cada mano, pero el se levanta del suelo
y me coge de los brazos tirándome a la cama. Me quita los cuchillos de las
manos y los clava con fuerza en el colchón mientras le doy un cabezazo y cae el
suelo mareado. Le cojo la espada y le apunto en el cuello. Levanto la espada y
la dirijo contra el cuello de Edu, pero antes de llegar a su cuello, mi brazo
se para y Edu me mira. Dejo caer la espada al suelo y salgo corriendo de la
casa.
OSCAR:
¡Es Laura! Me asomo y me lanzo sobre ella para clavarla los cuchillos y las dagas. Su flecha me roza el pelo y por unos momentos me he visto tirado en el suelo con una flecha clavada en la cabeza. Me pongo encima de una manera en la que se queda inmóvil. Ella grita el nombre de Fénix. La tapo la boca y veo que tiene tres agujeros en la mano de la última vez que la vimos. Saco un cuchillo y se lo clavo en el brazo. Fénix aparece por la puerta y se tira a por mi, me agacho y salgo corriendo.
¡Es Laura! Me asomo y me lanzo sobre ella para clavarla los cuchillos y las dagas. Su flecha me roza el pelo y por unos momentos me he visto tirado en el suelo con una flecha clavada en la cabeza. Me pongo encima de una manera en la que se queda inmóvil. Ella grita el nombre de Fénix. La tapo la boca y veo que tiene tres agujeros en la mano de la última vez que la vimos. Saco un cuchillo y se lo clavo en el brazo. Fénix aparece por la puerta y se tira a por mi, me agacho y salgo corriendo.
CRIS:
Corro hacia la cornucopia donde me
esperan Carlos y Paula.
-¿Dónde esta Oscar?
Carlos y Paula me miran.
-No lo se. –dicen a la vez.
Empiezo a dar vueltas alrededor de
la cornucopia mordiéndome las uñas hasta que escucho los gritos de Oscar
gritando mi nombre.
-¡Oscar, Oscar! –grito.
Oscar aparece con Sandra.
Esperamos a Lorena pero no viene. Los profesionales bajan con las armas
preparadas y nosotros nos escondemos detrás de la cornucopia.
Salimos y corremos hacia la casa
donde debería estar Lorena. Abrimos la puerta y Lorena tiene la tripa, las
piernas, y los brazos rajados por completo.
Nos sentamos a su alrededor y la
calmamos. La sangre está esparcida por las paredes y hay un charco de sangre en
el suelo. La limpiamos las heridas pero todos sabemos que ella no va a
sobrevivir. Sus ojos se cierran y nosotros nos miramos dejándola tumbada en el
sillón de la casa. Volvemos a la cueva y Oscar saca los filetes de ciervo. Nos
sentamos frente al fuego y comemos despacio. Suena el himno sale la cara de
Lorena. Paula furiosa grita:
-¡Pienso vengarme de quien la
halla matado!
¿Y quién eeeeeeeeees?????
ResponderEliminarEspero el siguiente capítulo, este se me ha hecho un poquillo corto :).
¡Un beso!
Es que lo vine haciendo en el coche y... el próximo estará mejor!
Eliminar