jueves, 25 de octubre de 2012

Capítulo 4 -Confía en volver a encontraros-


Nos despertamos solos al día siguiente, desayunamos un par de gorriones que logramos cazar y después fuimos al pueblo.

Por el camino escuchamos unas voces que decidimos seguir. En una cueva encontramos a la chica del seis y a la chica del cuatro. No salimos para matarlas ni para aliarnos, sino que seguimos nuestro camino. Una vez en el pueblo los profesionales tenían su comida apilada a los pies del frontón. Al otro lado pudimos distinguir a Aitana y Álvaro ¡Se habían aliado! Y por último a nuestra izquierda a treinta metros estaba la chica del nueve. Cuando íbamos a salir la chica del nueve, Sandra, salió corriendo. Todos nos esperábamos su muerte porque se abalanzaron contra ella pero ella se escabulló cogió una mochila, un saco de dormir y un cuchillo y se fue corriendo. Los profesionales la siguieron y dejaron a uno al cargo. Entonces nosotros dos salimos, ella nos vio y saco su espada. Entre doloroso sufrimiento conseguimos llevarnos una mochilas con comida cada uno, dejando a Laura en el suelo. Después de nosotros salieron Aitana y Álvaro, cogieron sus cosas y se fueron.

Volvimos a nuestro sitio en el río. Destrozamos las camas de juncos que nos hizo Aitana y nos pusimos a andar porque no queríamos estar en un sitio que ya sabía alguien.

Paramos un rato para curar la mano de Cristina mientras ella hacía muecas de dolor. Por suerte las mochilas traían varias vendas que calmaban el dolor. Cuando terminamos nos pusimos en camino.

Después de una o dos horas vemos un puente enorme y un pueblo a lo legos empezamos a correr pero antes de llegar a los pastos salimos volando por los aires cayendo entre los árboles ¡hemos llegado al límite de la arena!

Decidimos darnos la vuelta y acampar por allí en cualquier sitio.

Por la noche hacemos una pequeña hoguera en el suelo y empezamos a coger peces en el río.

-¡Tenemos tres peces!

-¡Y dos mochilas casi llenas!

Después de cenar los peces asados, las frutas, los frutos secos, solo nos quedaba una mochila llena. Nos repartimos la comida y cada uno la metió en su mochila. Por la noche nos escondemos en un terraplén que está lleno de arena rojiza y suave. Suena el himno y me esperaba la cara de la chica del nueve que salió antes y se fue corriendo, pero su cara no sale, no sale la cara de nadie.

Al día siguiente despertamos acurrucados, hacía frío. Nos dimos cuenta que pasaba un río por nuestro lado, por la noche no lo vimos, era grande y ancho. Nos metemos, el agua esta helada, cada vez mas y mas, hasta que se ve como la corriente trae el hielo hacia nosotros a una velocidad que podría alcanzarnos si no corremos ya.

Empezamos a correr hasta que llegamos a tierra. Ahí observamos como el hielo sigue bajando por el río.

Nos ponemos encima del hielo y vemos que puede con nosotros. Empezamos a saltar para ver si es sólido.

-Han intentado matarnos- Dice Oscar.

-Sí, si no hubiésemos salido a tiempo nos habríamos quedado congelados hay dentro.

Nos ponemos la camiseta, los pantalones y empezamos a andar siguiendo el río. Empezamos alejarnos del río cuando en las piedras se ve a alguien que nos está espiando. Sabemos que es alguien más mayor que nosotros y que podría saltarnos encima en cualquier momento.

CRIS:

Veo a una persona entre las piedras, saco las armas de la mochila disimuladamente, me junto a Oscar y veo como saca su látigo, un cuchillo, y una daga que le robé a Aitana y yo cojo un par de cuchillos de mi cinturón.


Detrás de nosotros salta el chico del siete, Néstor. Es del ocendistric de Aitana. Néstor tiene dos largas y afiladas espadas con las que quitarnos la vida. Rápidamente empieza a moverse y empezamos a gritar como locos hasta que salta la chica del ocho clavándole un cuchillo en la espalda, él grita y se va corriendo. Cuando volvemos a mirar donde estaba Ángela ¡Había desaparecido!

Nosotros seguimos andando y subimos a una montaña, a lo legos se veía el pueblo, seguimos nuestro camino pero nos pasó lo mismo, volvimos a llegar al límite, y salimos volando por los aires. Nos levantamos del suelo y lo que no nos esperábamos es que salieran Laura, Edu, Fénix, Fernando, Marco y Marcos cada uno con dos armas diferentes. En ese momento nos miramos y empezamos a correr.

Empecé a correr y pensé que mis pies pararían en cualquier momento. Vi que me empezaba a alejar de Oscar así que nos dividimos. Cada profesional seguía a uno. A mí me seguían Laura, Edu y Marcos. Corrían demasiado así que me iban a coger en cualquier momento. Empecé a ir de un lado para otros y al final los conseguí despistar. Me subí a un árbol, uno bajo pero con muchas hojas. Subí demasiado deprisa y mi mano empezó a sangrar de nuevo. Pero ahí me quedé hasta que pasaron por debajo de mí. Cuando se habían alejado lo bastante empecé a gritar el nombre de mi compañero.

Nadie me contestaba y me acabé durmiendo en mis lágrimas.

ÓSCAR:

Empecé a correr angustiadamente mientras miraba a la cara pálida de Cristina. Ella se alejaba de mí así que decidí correr hasta más no poder. Me seguían Fénix, Fer y Marcos. Corrían a gran velocidad y los llevaba pisándome los talones. Me freno en seco y Fer tropieza con mi pie cayendo al suelo de cabeza, Fénix choca con mi brazo dándose en la cara y Marco sigue corriendo hacia delante. Corro en dirección contraria y me meto en el río que ya está casi descongelado. Tengo asomada la cara desde los ojos hacia arriba. Ellos pasan corriendo por la orilla y acaban desapareciendo entre los árboles. Salgo del agua y empiezo a buscar a Cristina, no me contesta así que la tomo por muerta. Empieza a anochecer y abro la mochila echándola de menos.

CRIS:

Estaba despierta cuando sonó el himno, por suerte todavía me quedaban vendas en la mochila y mi mano ha dejado de sangrar. Suelto unas lágrimas mirando al cielo, que se ilumina con el símbolo del Ocentolio. Justo después, un grito de felicidad sale de mi garganta, ¡no aparece ninguna cara en el cielo! Empiezo a gritar el nombre de Óscar desesperada por volver a verle.

OSCAR:

A mitad de la cena empieza el himno, me tiro boca arriba en el suelo pensando ver la foto de mi compañera de ocendistric, pero… ¡no salen caras!
Empiezo a gritar el nombre de Cristina.



Solo se escuchaban las voces de Cristina y Óscar en toda la arena. Pero se habían alejado demasiado y el eco de la arena hizo que cada uno tomara un rumbo distinto. Alguien poderoso no quería que los dos aliados del Ocendristic 5 se volvieran a juntar.

13 comentarios:

  1. Ahí, dejando la tensión -.-. Os parecerá bonito y todo... ¡Que ya no me quedan uñas!
    El capítulo genial, pero un consejillo: cambiáis continuamente de tiempo, y de narrar en presente, pasáis a narrar en pasado, lo que marea un poco. Lo digo con todo el respeto del mundo, porque de verdad que me encanta :)

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    1. Sip, siento lo de cambiar el narrador. Todavía nos estamos acostumbrando. Iremos mejorando!
      Gracias Dillaardi!
      Besoss

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  2. si,habeces me lío hasta yo!! Pero gracias espero que te guste el siguiente!!

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  3. Ya, Óscar y Cris muy monos pero van a ganar Álvaro y Aitana, obviamente!!! Ah, y doble OMG! Ya te contare porque Cris!!

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    1. JaJaJa
      Menuda sorpresita que te vas a llevar Queen!! ;) Ya la verás!
      Si si, ya me contaras eh!
      Besoss

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  4. Me encanta! Está genial! Pero malas personas como se os ocurre separarlos?!?
    Un beso y espero el siguiente

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    1. jajaja Muchísimas gracias Beid!
      Me alegra un montón que te guste!
      Besoss

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  5. el ocentolio es cruel! y nos separa!! jiji gracias espero que te gusten los siguientes.

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    1. hay... haber si poneis el siguiente capitulo que te conozco y no me arias eso comadrejo asi que venga cuanto suspense...

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    2. la vida es dura así que vas a tener que esperar

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